Por una pedagogía del sentido común
La pedagogía del sentido común educa en la sabiduría de las distancias entre un conglomerado social que permite la visibilidad de las singularidades, pero también de las generalidades que unen a sus miembros, con el justo medio entre una y otra. Porque si bien es importante lo que distingue y hace único a cada uno, también es relevante lo que lo identifica con los demás, y de esta manera los une. La escuela fomenta el valor de la copertenencia y la corresponsabilidad que surge de la conciencia de sentirnos parte de una misma historia. La pedagogía del sentido común se manifiesta en la práctica escolar como una pedagogía clínica en tanto el docente aplica su “ojo clínico” para aprovechar las habilidades singulares de los alumnos en su experiencia educativa, con el fin de transmitirles la trascendencia del valor del conocimiento adquirido en función de la utilidad y práctica en su entorno familiar y comunitario.